El australiano se encuentra en plena forma desde principios de año
El tenista australiano Alex de Miñaur volvió a hacer valer su dominio en la cancha al derrotar al noruego Casper Ruud por 6-4, 6-4 en la final del Abierto Mexicano de Acapulco, que tuvo una duración de una hora y 57 minutos.
Desde el principio, De Miñaur mostró su autoridad, aprovechando los problemas de Ruud con su servicio para asegurar un quiebre temprano y tomar una ventaja de 2-1. Manteniendo su control en todo momento, el australiano mostró ganadores precisos y una agresión notable, mientras que el noruego luchó por encontrar su ritmo y montar una respuesta.
A pesar de las sofocantes temperaturas de 28°C, que parecieron afectar más a Ruud, De Miñaur mantuvo la compostura y se llevó el primer set por 6-4 en 53 minutos, distinguiéndose por su sólido servicio y su juego asertivo. Con un impresionante 87% de puntos ganados con su primer servicio y 13 ganadores frente a los cuatro de Ruud, el australiano estableció firmemente su dominio en la cancha.
En el segundo set, Ruud mostró más resistencia, rompiendo el servicio de De Miñaur para tomar una temprana ventaja de 2-0. Sin embargo, el australiano rápidamente tomó represalias con resultados precisos, restableciendo rápidamente la paridad. Mantuvo la presión sobre Ruud, aprovechando cada oportunidad para asegurar la victoria.
El partido llegó a su clímax cuando De Miñaur sirvió para reclamar el set y el título. A pesar de los decididos resultados de Ruud, el australiano se mantuvo firme y sirvió con delicadeza, logrando su segundo campeonato consecutivo del Abierto Mexicano de Acapulco.
Con este triunfo, De Miñaur consiguió su octavo título en el circuito ATP, afirmando su estatus como uno de los jugadores más destacados del tenis. También se unió a un grupo de élite de campeones, incluidos Thomas Muster, Nicolás Almagro y David Ferrer, como el cuarto jugador en lograr victorias consecutivas en el Abierto de México.
En la final de dobles, la dupla polaca formada por Hugo Nys y Jan Zielinski se impuso al equipo formado por el mexicano Santiago González y el británico Neal Skupski en un partido que se caracterizó por su intensidad y emoción.